Innovaciones en la notación musical

Camila Speranza
7 min readMar 26, 2023

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En el presente artículo realizaremos un recorrido por las diversas maneras de escribir música que se presentaron a lo largo de los años y las innovaciones planteadas en cada una de ellas. Durante siglos, la música se transmitió sólo de manera oral y en un momento determinado comenzó a escribirse. Estas maneras de escribir estuvieron condicionadas por sucesos históricos, sociales y tecnológicos, que dieron lugar a diferentes modificaciones y posibilidades de expresión tanto en su forma como en su significado.

En sus primeras representaciones, la notación musical se utilizaba para registrar sonidos o instrucciones de reproducción que eran posibles de descifrar sólo con conocimiento previo de las piezas. La necesidad de transmitir la música sin tener que cantarla, dejando una referencia gráfica que permita ser leída y reproducida en cualquier momento fue clave en el proceso de innovación. Estas referencias comenzaron con diferentes signos creados exclusivamente para ello, hasta encontrar la composición y forma que entendemos hoy de partituras.

Antecedentes de las partituras

La más antigua forma de notación musical fue encontrada en Nippur, Irak en una tableta de escritura cuneiforme que contenía instrucciones como guía para el músico — sucede de similar manera en todas las representaciones de la antigüedad — . Según diversos estudios, se puede afirmar que en ella se dibujan y dan nombre a las cuerdas del arpa en formato de tablatura.

Tableta de Nippur, Iraq, XVII a. C.
Tableta de Nippur, Iraq, XVII a. C.

Posterior a ella, encontramos las tabletas de Ugarit, actual Siria. En esta ocasión, también hallamos instrucciones para un cantante acompañando un arpa, para la interpretación del Himno de Nikkal (Diosa de los huertos y esposa del Dios lunar).

Tabletas de Ugarit, Siria, 1300 a.C.
Tabletas de Ugarit, Siria, 1300 a.C.

Años más tarde, en Grecia aparece un sistema de notación musical basada en el alfabeto en el cual se colocan letras por encima del texto. Este sistema era más fácil de ser decodificado — tanto que incluso sigue siendo utilizado aún hoy. A, B, C, D, E, F y G: signos asignados a diferentes sonidos del monocordio (Costa, 1979) — .

Epitafio de Seikilos
Pieza de mármol llamada Epitafio de Seikilos (izquierda). Traducción de la partitura del epitafio (derecha)

Notación neumática

En occidente, la música se representaba mediante una innovación radical, cuyo objetivo era expresar de manera más completa las necesidades de la música: timbre, altura, duración e intensidad. En este caso, se utilizaron los neumas — en griego remite a movimiento con la cabeza, gesto — que permitían ver el fraseo y la articulación musical de manera más rápida. Estos primeros neumas indicaban si una nota era más aguda o más grave según su ubicación (más o menos alejados) con el texto. Sin embargo, solo tenía utilidad cuando ya se conocía el repertorio que se estaba reproduciendo. Esta limitación en la escritura de la notación como recordatorio no permitía la transmisión del conocimiento.

Los primeros neumas. Fragmento de Laon, Metz. Año 930
Los primeros neumas. Fragmento de Laon, Metz. Año 930

En esos años, con la expansión de la iglesia cristiana se genera la motivación, desde el mercado y ámbitos de uso, de mejorar este sistema para permitir mayor difusión sin necesidad de conocer previamente la música. Es así que en el siglo XI, el monje Guido d’Arezzo introduce una nueva pauta musical que tenía la ventaja de ser autosuficiente para la transmisión de melodías gregorianas (Ferreira, 2000). En éste se proponía una lectura que requería cierta formación para interpretar, pero no para memorizar cientos de cantos. Para ello, utiliza un tetragrama y el sistema silábico: ut, re, mi, fa, sol, la — el si no se adoptó hasta principios del siglo XVII, cuando en Italia ut se sustituyó por do (Reese, 1989) — como método para la enseñanza de la música, método que se sigue usando en la actualidad.

Posteriormente, el tetragrama se propaga por Europa y la forma del neuma concluye en una notación cuadrada:

Antifonario. S. XIII
Antifonario. S. XIII

Durante el s. XV y XVI, tomando como base estas figuras, el ars nova introdujo una innovación — motivada por la tecnología — para simplificar el trazo y utilizar menos tinta, comenzando a dejar las figuras negras para reemplazarlas por figuras sin relleno, o blancas, dando lugar a la “notación blanca”:

Música manuscrita Josquin Des Près
Josquin Des Près et al. [Manuscrito 5 del Orfeó Català]. Finales s. XV y principios s. XVI.
Música manuscrita, 69 f. (35 x 24,5 cm)

A principios del siglo XVII el tetragrama pasó a tener de cuatro a cinco líneas, por la incorporación del si como nota musical, y las formas romboides a redondas, para mejorar la velocidad de escritura. Es así como llegamos a pentagramas con notación redonda tal como tenemos en la actualidad. El uso de estos signos se fue estandarizando durante el siglo XVIII y se perfeccionaron diferentes detalles, aunque sin producir grandes innovaciones.

Cristóbal de Morales et al. [Manuscrito 6 del Orfeó Català]. Ca. 1580. Música manuscrita, 98 f. (47 x 36 cm)
Cristóbal de Morales et al. [Manuscrito 6 del Orfeó Català].
Ca. 1580. Música manuscrita, 98 f. (47 x 36 cm)

Intervención de la imprenta en la música

La invención de la imprenta en 1455 supuso un quiebre importante para la divulgación de diversos impresos, entre ellos, las partituras. Las primeras copias se componían a mano, por lo que eran muy costosas. Sin embargo, a partir de 1700, con la llegada de la burguesía al poder, se empezó a producir y a distribuir música impresa a gran escala; este es el principio de una evolución que, ayudada por los avances tecnológicos, ha desembocado en la actual presencia constante de la música en nuestra vida cotidiana (Rodrigo Angulo, 2018). Tanto la posesión de partituras como de instrumentos musicales en los hogares se hizo muy frecuente.

Uno de los primeros impresores de música, Ottaviano Petrucci, creó un sistema que consistía en una triple impresión de líneas, texto y notas en tres pasos sucesivos. Aunque los resultados eran de gran calidad, el proceso resultaba demasiado complejo. Luego, en 1520, John Rastell ideó un modelo distinto en el que las líneas, palabras y notas formaban parte de un mismo caracter y, por tanto, solo era necesaria una impresión y se convirtió en el método estándar hasta la llegada de la calcografía en el siglo XVII.

Ottaviano Petrucci, Harmonice Musices Odhecaton, 1501.
Ottaviano Petrucci, Harmonice Musices Odhecaton, 1501.
tipos móviles
Imágenes de musicprintinghistory.org

Estos tipos móviles presentaban algunas complicaciones por ser poco flexibles, por lo que la calcografía se convirtió en una técnica más apropiada que se utilizó hasta finales del siglo XIX, cuando fue desplazada por la fotografía.

Proceso de realización de una incisión a mano de una placa (calcografía). Imagen de musicprintinghistory.org.
Proceso de realización de una incisión a mano de una placa (calcografía). Imagen de musicprintinghistory.org.

Modernidad y postmodernidad: innovaciones particulares no estandarizables

Durante los siguientes años, la notación no presentó demasiadas innovaciones hasta el siglo XX. Uno de los grandes referentes de ese momento fueron Marinetti y Russolo de la mano del movimiento futurista, publicando escritos como El arte del ruido en 1913 y Notación enarmónica para el futurista Entonarrumori en 1914 (Caeiro, 2009).

Partitura de notación enarmónica, Russolo, 1913
Partitura de notación enarmónica, Russolo, 1913

A partir de estas expresiones, se profundizó en sistemas personales de notación musical ligados a la experimentación, en íntima relación a los procesos individualistas propios de la posmodernidad. Finalmente, con la incorporación de la computadora, se permitió escribir, modificar y personalizar las partituras e incluso reproducirlas en tiempo real.

Captura de pantalla del software Sibelius.
Captura de pantalla del software Sibelius.

La representación de la música continúa evolucionando de manera poco estable, apareciendo pictogramas para instrumentos de viento o formas alternativas para instrumentos populares, como por ejemplo, la guitarra. Pero en todos los casos son particulares y no sustituyen ni se estandarizan en un sistema como el hegemónico actual (pentagrama y notación circular).

Línea de evolución

Desde los comienzos de la escritura, se generó la necesidad de plasmar en el soporte disponible algo que se encontraba tan anclado al mundo de la oralidad como lo es la música. Las primeras escrituras intentaban sistematizar un lenguaje que permitiera inmortalizar de alguna manera los cantos. Como punto de partida, estas notas fueron utilizadas como instrucciones o recordatorios para luego complejizarse e ir incorporando paulatinamente, códigos propios para la transmisión de las particularidades del género.

A través del recorrido planteado, pudimos visualizar innovaciones incrementales y radicales que se llevaron a cabo en las representaciones gráficas de la música. Motivadas por la tecnología, el uso y el mercado, fueron dando respuesta a estas necesidades, obteniendo diferentes formas para la estandarización de un lenguaje propio.

Bibliografía

Costa, R. (1979). Historia y semántica de la notación musical europea hasta el siglo XVI. [Tesis de licenciatura en musicología. Barcelona: Conservatorio superior municipal de música.]. Repositorio Institucional — Universidad de Barcelona.

Delucchi, D. (2013) “Conceptualizaciones sobre el proceso de innovación”, en www.investigacionaccion.com. RED i(a). Buenos Aires. ISSN 1853–1245.2011

Ferreira, M. (2000). “La emergencia de la escritura musical”. En Media Aetas, nro. 5, pp. 11–32.

González Muñoz, M. (2018) Historia de la Notación Musical Occidental. Recuperado de: https://cristobaldemorales.net/sites/default/files/archivos%20anexos/historia_de_la_notacion_musical.pdf

Luchetta, E. (2020). “La impresión de la música: historia y curiosidades de las partituras”. Recuperado de: https://www.pixartprinting.es/blog/impresion-musica-partituras/

Opazo Marinkovic, M. J. (2016) Hacia una interpretación de la notación de la música contemporánea. [Tesis de Doctorado, Universidad de Chile, Facultad de artes]. Repositorio Institucional — Universidad de Chile.

Reese, G. (1989) La música en la Edad Media. Madrid: Alianza

Rodrigo Angulo, M. (2018). “Origen y Evolución del Lenguaje Musical”, Asemeya. Discurso de Ingreso en ASEMEYA, 22 de Octubre de 2018. Recuperado de: https://asemeya.com/sites/default/files/ceremonias/adjuntos/discurso_de_ingreso_margarita_origen_y_evolucion_del_lenguaje_musical.pdf

Rodríguez Caeiro, M. (2009). “La plasticidad del fonón: matrices polifónicas y poliédricas” en El Artista, nro. 6, pp. 5–22 Universidad Distrital Francisco José de Caldas Pamplona, Colombia

Shifres, F. (2018). “Realidad e idealización del dominio de la notación musical”. En Foro de Educación Musical, Artes y Pedagogía, Recuperado de: https://www.aacademica.org/favio.shifres/360.pdf

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